"ES ESTE UN SENCILLO BLOG DESDE EL CUÁL DESEO COMUNICAR Y COMPARTIR CON AMIGOS Y AMIGAS, REFLEXIONES, EXPERIENCIAS SOBRE NUESTRO ACONTECER Y SOBRE EL SERVICIO MISIONERO DE LA IGLESIA..." Benvenuti!

lunes, enero 11, 2010

SOBRE EL TIEMPO ORDINARIO DENTRO DEL CALENDARIO LITURGICO


ORDINARIO no significa de poca importancia, anodino, insulso, incoloro. Con este nombre se le quiere distinguir de los “Tiempos Fuertes”: Pascua, Navidad con su preparación y su prolongación. El tiempo ORDINARIO, es el más antiguo de la organización del año cristiano. Y además, ocupa la mayor parte del año: 33 ó 34 semanas. En este espacio, contemplamos a Jesucristo maduro, responsable ante la misión que le encomendó el Padre Dios. Lo vemos crecer en edad, sabiduría y gracia; lo vemos ir y venir, desvivirse por cumplir su Misión; por estas razones y testimnios, debemos buscar, crecer y madurar nuestra fe, nuestra esperanza y nuestro amor, en la Escuela del Discipulado.

Debemos, implorar a Dios para que durante estas 33 semanas podamos: crecer, crecer, crecer... en nuestras tareas y responsabilidades cotidianas; en la vida espiritual, en la vida profesional, en el trabajo, en el estudio, en las relaciones humanas. Debemos crecer también en medio de nuestros sufrimientos, éxitos, fracasos. Podríamos decir que este tiempo es como un gym auéntico para conocer la grandeza de nuestro Dios, su Plan Salvífico y nuestra tarea en este contexto, siendo concientes de nuestro bautismo y de nuestro papel como misioneras y misioneros. Así todo se convierte en tiempo de salvación, en tiempo de gracia de Dios.

El . Es tiempo de gracia y salvación. Encontraremos a Dios en cada rincón de nuestro día. Tiempo Ordinario se divide como en dos “tandas”. Una primera, desde después de la Epifanía y el Bautismo del Señor hasta el comienzo de la Cuaresma. Y la segunda, desde después de Pentecostés hasta el Adviento.

Las y los invito a aprovechar este Tiempo con gran fervor, con esperanza, creciendo en las virtudes teologalesBasta tener ojos de fe para descubrirlo, no vivir miopes y encerrados en nuestro egoísmo y problemas. Dios va a pasar por nuestro camino.


domingo, enero 03, 2010

DIAS DE BULLICIO Y FIESTA


Estos días han sido de bullicio, fiesta, compromisos; también han sido días para buscar buenas promesas y propósitos; no cabe duda que también se remueve el pasado porque son fechas para RE-CORDAR, fechas que RE-VIVEN las experiencias, que no siempre han sido fáciles, o que las sentimos distantes y añoramos, pues también en muchas ocaciones hemos idealizamos el pasado…

Algo así sucede con la REALIDAD DE FE que hemos venido celebrando: en ADVIENTO hablamos de la PROMESA, llegada del MESÍAS, llegada de nuestra LIBERACION... llega pues la Nochebuena, Natividad... Es el momento de sentir que lo nuevo ha llegado, que lo nuevo nos compromete y que si queremos que toda la PROMESA fluya, debemos meter nuestras manos, nuestros pies y nuestras capacidades.

La PRESENCIA del MESÍAS, es patente en el mundo, en la sociedad, en nuestras vidas. Por ello, es necesario renovar nuestras convicciones con lo más sutil e importante, la humanidad, la dignidad de hombres y mujeres que buscamos darle un nuevo giro a este momento difícil que estamos viviendo...

Como COMUNIDAD CRISTIANA sabemos de las añoranzas de promesas y experiencias... Pero debemos crecer y avanzar en este maravilloso encuentro con JESUS: el MISIONERO DEL PADRE, el CRISTO DE LA FE, el que sabe devolver a los sencillos su humanidad, el que nos llama por nuestros nombres PROPIOS y espera de nosotros la creación de nuevos horizontes; pues nos volverá a invitar a salir a pescar, a construir desde sus palabras de justicia nuevas estructuras y nuevas oportunidades para los más desafortunados...

Recordemos pues que su trato, sus gestos, sus palabras, su tono de voz, su mano en el hombro, su abrazo de ánimo, su danza con ellas y ellos, sus veladas y sobremesas escuchando, sobre todo esa experiencia personal que a cada una/o le levanta, le endereza, le devuelve las ganas de ver y de oír… se hace realidad cuando vos y yo nos comprometemos con las causas justas de nuestra vida a la luz del Evangelio de nuestro gran MISIONERO.

Como COMUNIDAD CRISTIANA debemos vivenciar la justicia, la salvación, el Amor.

Como COMUNIDAD CRISTIANA debemos conectarnos con nuestra gruta, entrar y adorar porque allí está el Amor, la niña/o, el dolor o ausencia que hará posible que El venga, llegue y nazca.

Como COMUNIDAD CRISTIANA debemos ser capaces de escuchar y de experimentar desde nuestra gruta que nos llama por nuestros nombres y somos sus favoritos en su PLAN DE SALVACION.

Como COMUNIDAD CRISTIANA debemos sentirnos acompañados de tantos y tantas que buscan ahondar la experiencia de la gruta, de la misma que produce alegría honda y ganas de compartir esta experiencia de FE.


Felicidades en estos tiempos de NATIVIDAD, NUEVO AÑO, EPIFANÍA...