"ES ESTE UN SENCILLO BLOG DESDE EL CUÁL DESEO COMUNICAR Y COMPARTIR CON AMIGOS Y AMIGAS, REFLEXIONES, EXPERIENCIAS SOBRE NUESTRO ACONTECER Y SOBRE EL SERVICIO MISIONERO DE LA IGLESIA..." Benvenuti!

miércoles, septiembre 19, 2007

ESCUCHA BIEN, APROVECHA LO QUE TIENES

-Padre...
-Dime hijo
-Estoy sufriendo mucho, tengo muchos problemas...
-¿Qué pasa, porqué?
-Me siento solo, sin apoyo ...
-¿Sin apoyo? me tienes a mí, hijo, me tienes a mí.
-Pero no es lo mismo, tú no puedes venir y abrazarme y consolarme, tú no pue..
-¡Hey! ¿Porqué no?
-Pues porque tú estás ahí arriba y yo aquí abajo...
-Sí pero yo siempre estoy contigo.
-Sí pero ... es que tú no entiendes Señor. Tú eres un padre amoroso en quien puedo confiar pero yo necesito alguien como tú aquí abajo.
-Ya se los mandé una vez y ve lo que le hicieron... "Hijo, yo estoy contigo en todo momento, estoy contigo, en tu madre que te abraza todos los días, estoy contigo en el amigo que te consuela porque FRACASASTE, pero tú no lo ves ... Hay personas que tienen tanto que darte de ayuda y tú no la aceptas ..."Si tienes una amistad, aprovéchala. Si tienes una familia aprovéchala. Si tienes un amor aprovéchalo. Si tienes un error aprovéchalo para ser mejor. Si tienes dificultades ábrete a toda ayuda. Si tienes problemas, resuélvelos con alegría. Y si tienes una vida aprovéchala, porque si no la aprovechas de nada te serviría."
-Padre, hoy he comprendido que a veces tú me das más ayuda de lo que necesito, y que si tengo un problema te tengo a ti en muchas otras personas, y que cuando me sienta solo por no tener apoyo, mire hacia arriba y se dibuje en mí una sonrisa, porque sé que hay alguien que nunca me deja. Gracias Padre, ¿Cómo te podría pagar toda tu ayuda?
-Aprovechándola, hijo, aprovechándola, y permite que Otros la conozcan y la practiquen.

REFLEXIONEMOS...

1. ¿Eres conciente del Amor que Dios te tiene?. Haz un balance de las bendiciones que recibes cada día y agradece al Señor.
2. ¿Cómo das a conocer tu experiencia de Dios a tus amigos, conocidos y desconocidos?. Recuerda que desde el Bautismo eres también: profeta, sacerdote y rey.
3. Acércate a las Sagradas Escrituras y lee la maravillosa historia de Job, sé que esta experiencia de te puede ayudar mucho para que tu Fe crezca y madure la confianza en el Buen Padre Dios.

martes, septiembre 18, 2007

PASTORAL JUVENIL

Hace poco tiempo el joven jesuita José Mª Rodríguez Olaizola publicó un libro titulado "En tierra de Nadie" de (Sal Térrea, 2005) como la bella película de Danis Tanovic sobre el conflicto yugoslavo; donde describe con detalle la relativa perplejidad y soledad de los jóvenes cristianos en la sociedad actual cuando se sienten ajenos, por una parte, a la indiferencia religiosa que afecta mayoritariamente a sus coetáneos, y por otra, no se identifican tampoco, dentro de la Iglesia; ni con el grupo hipercrítico que cuestiona permanentemente las opciones de la jerarquía, ni con los grupos tradicionalistas que se identifican plenamente con la religiosidad popular ni con los nuevos movimientos neoconservadores que han adquirido protagonismo en las últimas décadas.

El progresivo envejecimiento de la comunidad cristiana -que convierte a los jóvenes en grupo francamente minoritario- y la muy negativa imagen social que arrastra desgraciadamente en la actualidad la Institución Eclesial, minan la fe incipiente de las nuevas generaciones. Aunque intuyan o hayan experimentado que el Evangelio puede aportar a la existencia un horizonte cargado de sentido, muchos jóvenes creyentes se sienten aislados entre sí, desconcertados por la situación socioreligiosa y eclesial que les toca vivir e incapaces de formular su experiencia de fe de modo que puedan ser comprendidos y apreciados por sus compañeros y amigos. El hecho queda agravado por el ascenso de valores como el individualismo, el consumismo o la evasión que cuestionan el núcleo duro del mensaje cristiano: la clave de la vida es el amor universal. Pero, estas dificultades se tornan mayores cuando aparecen jóvenes que intentan evangelizar a otros jóvenes.

Es cierto que la fe es, ante todo, gracia y experiencia y que, en los tiempos que corren, predomina lo emocional y estético sobre lo racional y ético. Con todo, el análisis crítico de la realidad y una rigurosa fundamentación teológica de la fe es hoy más necesaria que nunca para cualquiera que desee ser cristiano públicamente y que desee evangelizar.

Yo pienso que para contribuir a esta tarea formativa, quiénes estamos colaborando en programas juveniles debemos formular y respaldar seminarios monográficos para Agentes Jóvenes de Pastoral con temas concretos, fundamentados y bien preparados como:

-¿Dónde encontrar a Dios?.
-¿Cuál es el sueño de Dios para la vida de los jóvenes?
-¿Como asumir la importancia del Discernimiento?
-La vida de los profetas en la actualidad.
-¿Cómo entender y cómo vivir “La teología de la liberación”.
-La Religión y la Post Modeernidad.
-Experiencias cristianas fundamentales: la fe, el seguimiento a Jesucristo, el Evangelio asumido por la comunidad, el compromiso y la evangelización.

DESDE NUESTROS JÓVENES Y PARA NUESTROS JÓVENES

viernes, septiembre 07, 2007

REFLEXIONANDO

( P. Jesús Emilio Osorno mxy en su experiencia misioner. Bolivia 2007)

Es un error pretender ser«discípulos» de Jesús sin detenerse nunca a reflexionar sobre las exigencias concretas que encierra seguir sus pasos, y sobre las fuerzas con que hemos de contar para ello. Nunca pensó Jesús en seguidores inconscientes, sino en personas lúcidas y responsables.

Las dos imágenes que emplea son muy concretas. Nadie se pone a «construir una torre» sin tomarse un tiempo para reflexionar sobre cómo debe actuar para lograr acabarla. Sería un fracaso empezar a «construir» y no poder llevar a término la obra iniciada.

La novedad del Evangelio que propone Jesús es una manera de «construir» la vida. Un proyecto ambicioso, capaz de transformar nuestra existencia. Por eso no es posible terminar viviendo de manera evangélica sin detenerse a reflexionar sobre las decisiones oportunas a tomar en cada momento. También es claro el segundo ejemplo. Nadie se enfrenta de manera inconsciente a un adversario que le viene a atacar con un ejército mucho más poderoso, sin reflexionar previamente si aquel combate terminará en victoria o será un suicidio. Seguir a Jesús es enfrentarse contra los adversarios del reino de Dios y su justicia. No es posible luchar a favor del reino de Diosde cualquier manera. Se necesita lucidez, responsabilidad y decisión.

En los dos ejemplos de Jesús se repite lo mismo: los dos personajes «se sientan» a reflexionar sobre las verdaderas exigencias, los riesgos y las fuerzas con que han de contar para llevar a cabo su cometido. Según Jesús, entre sus seguidores, siempre será necesaria la meditación, el debate, la reflexión. De lo contrario, el proyecto cristiano puede quedar inacabado.

Es un error en la Iglesia de Jesús ahogar el diálogo e impedir el debate. Necesitamos más que nunca reflexionar y deliberar juntos sobre la conversión que hemos de vivir hoy los seguidores de Jesús. No seguir trabajando como si nada pasara. «Sentarnos» para pensar con qué fuerzas hemos de construir el reino de Dios en la sociedad moderna. De lo contrario nuestra evangelización será una «torre inacabada».

TAREA:

-Evangelizar más desde la novedad del Evangelio y desde nuestro Testimonio de Vida.

-Oremos en esta semana por LA PAZ y por los violentos, también ellos necesitan esperanza de conversión.

miércoles, septiembre 05, 2007

SER SACERDOTE MISIONERO AD GENTES, UNA BUENA Y MARAVILLOSA EXPERIENCIA



Ser Sacerdote Misionero Ad Gentes desde la propuesta de los Misioneros Javerianos de Yarumal, es una experiencia rica, motivadora e increíble...

¿Cuál es su misión?
Acompañar la vida de las comunidades cristianas, principalmente alejadas y primordialmente aquellas que aún no conocen a Jesucristo, el Misionero del Padre. Anunciar el Evangelio y servir a todas las personas reconociendo su dignidad, sus urgencias y sus necesidades.

¿Cómo se realiza este servicio?
Predicando el Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo, desde acciones concretas como: apoyando las comunidades en proyectos de Promoción Humana, compartiendo la experiencia de fe sin imponer dogmas y puntos de vista, experimentando la fuerza del amor, de humildad y de servicio que renace cada dìa en la comunidades, en los hombres y mujeres que viven en muchos lugares olvidados por el mundo sectario, por el mundo centralizado, acompañando y asesorando la celebración de la fe, de la vida en las comunidades, orando en momentos de soledad por cada persona que le ha enseñado a ver el mundo y sus realidades de una manera diferente, impulsando a los fieles a vivir su fe en medio de los obstàculos y las pruebas de la muerte, la enfermedad, el hambre y el abandono, fomentando el ejercicio de la caridad y la justicia, desde la maravillosa experiencia del samaritano.

¿Dónde cumple su misión?
En algunos lugares de América, África y Asia, y donde sea enviado por disposición de los superiores del Instituto de Misiones. Yo la he compartido en las selvas del Guainìa y ha sido la mejeor experiencia que he tenido. Aprendì a ver el mundo de una manera diferente, sus gentes que aùn llevo dentro de mi, que hablan del Evangelio vivido, experimentado en cada una de sus biografìas; esas gentes maravillosas: indìgenas, campesino, mineros, sencillos, educadores y profesionales, màs porque no pensar en aquellos que llegaron allì para pisotear, robar y someter, tantas experiencias, tantos caminos, tanto aprendizaje. Màs no puedo dejar de lado, modos de producciòn, experiencias dolorosas como navegar todo un dìa para llegar a una comunidad que no tiene alimento para sus niños; como olvidar los paisajes que hablan de la bondad de Dios... Creo que ya es hora de abrir mi libro y leerlo para todos ustedes...
¿Cómo vive un Sacerdote Misionero Ad Gentes?
La gran mayoría vive en lugares de misión, pequeñas comunidades, parroquias nacientes o aldeas, en donde se desempeña como Misionero con más compañeros de comunidad, laicos y líderes de las misiones. Vive junto con otros sacerdotes religiosos y asociados, impulsando pequeñas fraternidades.
¿Por qué es necesario hoy el Sacerdote Misionero Ad Gentes?
Por la sed de Dios, cada vez más manifiesta en nuestra sociedad. Por la necesidad de muchas personas, sobre todo jóvenes, que no encuentran sentido a su vida. Por la urgencia de volver a sembrar en las sociedades valores perdurables que hagan posible la convivencia pacífica de todas las personas. Por la necesidad de construir una sociedad más justa y más humana, luchando por superar las actuales condiciones de pobreza extrema de muchos de nuestros hermanos. Porque Jesucristo el Misionero del Padre, requiere personas que viviendo desde la simplicidad de la gente, logren gritarle al mundo que aùn es posible vivenciar el Reino desde la novedad de la vida en las pequeñas aldeas, desde la novedad de las semillas de la cordura, del afecto y de la ternura que logran erradicar las muertes, las masacres y la esclavitud de muchos hombres y mujeres...

¿Para qué hacen falta Sacerdotes?
1. Para enseñar la Palabra de Dios y garantizar la calidad de la educación cristiana de todos los miembros del Pueblo de Dios.
2. Para anunciar el Evangelio aquí y en países y en lugares de misión, un Evangelio que se descubre desde la vivnecia con el sencillo.
3. Para aprender a perdonar como lo sigue haciendo Jesús.
4. Para aprender de los sencillos que si saben partir el pan, celebrar con vino y apesar de las diferencias son solidarios con los que les hacen daño.
5. Para animar la comunidad, la Parroquia y los grupos, procurando apoyar desinteresadamente.
6. Para aprender desde el aprendizaje de los sencillos y cambiar sus limitaciones y comprender que es un hombre en plena reconstrucciòn.
7. Para aprender como vive la enseñanaza de Dios la gente que si vive el derecho de la felicidad eterna.
8. Para orientar y dejarse orientar con criterios morales y evangélicos en cada situaciòn vivida y experiemtnada.
9. Para impulsar su responsabilidad y su dinamismo.
10. Para servir, para amar y celebrar cada acontecimiento que eterniza la esperanza.

LEVANTEMOS EL CORAZÓN...







Seguramente ya, en este momento histórico de tu vida oído muchas definiciones de oración y aún has aprendido algunas de memoria. Tomemos como base una muy corta y sencilla: "ORAR ES LEVANTAR A DIOS EL CORAZÓN".


¿CÓMO TE IMAGINAS A DIOS? Nos lo han pintado de muchas maneras. Sin embargo su retrato más auténtico, su figura más verdadera nos la da el Evangelio: DIOS ES NUESTRO PADRE. Jesús nos enseñó que Dios posee todas las cualidades de un buen padre. Quizás muchas de ellas las hemos admirado y sentido en nuestro propio papá. Dios tiene además toda la ternura y la solicitud amorosa de una mamá. Así es Dios, como un padre, como una madre, aumentados y corregidos.

Juan Pablo I, aquel papa que sólo gobernó la Iglesia treinta y tres días, explicó en una de sus catequesis que "DIOS ERA COMO UNA MADRE". Algunos se extrañaron. Sin embargo, este pensamiento lo encontramos en el Libro de Isaías: “Mirad; seréis alimentados y llevados en brazos, y sobre sus rodillas seréis acariciados; como uno a quien su madre consuela, así yo os consolaré” (Isaías 66,12). Cada uno de nosotros puede elaborar una imagen adecuada de Dios, recogiendo los recuerdos amables que guarda de sus propios padres. Ellos son, al fin y al cabo, quienes con su vida y su amor realizan una etapa muy importante de la Revelación.

Aunque no todos los recuerdos de nuestros padres serán positivos y más aún partiendo de las experiencias que tienes a nivel de la organización y la historia de tu propia familia. Pero como cristianos y como jóvenes que vamos madurando, comprenderemos que ellos son también personas humanas y mirando el conjunto, nos quedaremos únicamente con lo bueno, como nos enseña San Pablo. Este Padre del cielo es quien espera, cada día, que le hablemos en nuestra ORACIÓN.

Lo primero entonces es, separar algún tiempo, dejar a un lado los estudios, el deporte, las demás personas. En el templo, o en nuestro cuarto, nos podemos recoger un momento para comunicarnos con Dios. Conviene empezar dándonos cuenta de que Él está muy cerca de nosotros. Hagamos consciente su presencia. Sintamos su amor. Expresémosle los sentimientos espontáneos de ese momento. Démosle gracias por todo lo que nos ha dado. Hagamos una lista detallada de tanto que hemos recibido de su mano. Pidámosle perdón por nuestras fallas. Expongámosle sencillamente nuestras necesidades.

¿Y DE QUÉ TEMAS PODEMOS HABLAR CON DIOS? Sencillo: la vocación, el servicio, la familia, los errores, los temores, las esperanzas, las metidas de pata, el discernimiento, nuestra caminada dentro de la Escuela de Jesús como discípulos, como estudiantes, como trabajadores, como integrantes de familia, como integrantes de círculos sociales. Podemos hablarle del mal que nos inunda, de los equívocos de esta sociedad Post - Moderna. De los violentos, de la urgencia de la paz...

Hablémosle también a Nuestra Señora “NUESTRA MADRE MARÍA” confiémosle a Ella nuestras preocupaciones, nuestros deseos, nuestros ideales. Pidámosle con confianza que nos libre de los vicios, que nos conserve lejos del pecado.

¿Y CUÁL HA DE SER EL TEXTO APROPIADO? Para este ejercicio de oración, puede servirnos leer algún libro de las Sagradas Escrituras, repasar alguna página del Evangelio, recitar despacio un salmo, rezar una oración de las que aprendimos en la infancia. Hablarle al Señor de nuestra historia personal y familiar, de nuestro momento histórico... Cuando oramos le prometemos algo a Dios. Podría ser corregimos de algo, hacer un favor al prójimo, apartarnos de lo que nos perjudica, esforzarnos más en el estudio, ser más generosos en nuestras relaciones en el hogar; esto se llama: compromiso.

Procura poner en práctica esta lección, orando siquiera algunas veces en la semana. Comprobarás cómo Dios se hace presente en tu vida; avanza en todo sentido, hacia tu Ideal Cristiano.

Leemos en San Mateo: “Y al orar, no charléis mucho, como los gentiles, que se figuran que por su palabrería van a ser escuchados. No seáis, pues, como ellos, porque vuestro Padre sabe lo que necesitáis antes de pedírselo. Vosotros, pues, orad así: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre; venga tu Reino; hágase tu voluntad así en la tierra como en el cielo. El pan nuestro de cada día dánoslo hoy; y perdona nuestras ofensas así como nosotros hemos perdonado a nuestros deudores; y no nos dejes caer en tentación, mas líbranos del mal” (Mateo 6, 7-13).